Sunday, March 27, 2011

La leyenda del "Niño Contreras"

Cuenta la leyenda que un niño de pocos días de vida fue abandonado a su suerte dentro de una cesta de juncos sobre las bravas aguas del Cabriel a su paso por la localidad de la Pesquera (toda analogía bíblica con Moisés es pura coincidencia). Viendo aquello la diosa naturaleza se apiadó del alma de aquel niño, y evitando que fuera enviado al limbo (si es que siguiera existiendo) mandó a un par de nutrias en su auxilio. Aquellas valerosas nutrias empujaron la cesta hacia la orilla salvando al niño de una muerte segura.

En una carambola del destino quiso la suerte que pasara por allí una loba que había perdido recientemente a su lobezno, y viendo aquella criatura desvalida en la orilla del río lo acogiera en su seno. Y así fue como ese niño, como les ocurriera a Rómulo y Remo, fue amamantado por una loba a las orillas del Cabriel criándose fuerte y sano. Pasaron los años y la mano déspota del hombre construiría una presa aguas abajo creando lo que hoy conocemos como embalse de "Contreras".

El proceso de inundación de las zonas aledañas al cauce del río desplazó a los animales salvajes hacia zonas habitadas y el encuentro de ese niño con la civilización se hizo inevitable. Dicho niño, acogido por una familia ribereña, sería ya siempre conocido como el "Niño Contreras".

Y es aquí donde comienza nuestra crónica de una jornada de pesca luciera con este mítico personaje, que cuando uno lo conoce por primera vez se cree que está hablando con el mísmisimo KVD.

Tras la botadura de las barcas por una rampa distinta de aquella que tuvo la culpa de que The Guardian casi se buscara su ruina, iniciamos nuestro largo camino hacia la tierra prometida. En esta ocasión mi compañero de fatigas es aquel sobre el que dije en una ocasión:

"Javi, no tienes nada que temer. Te hemos buscado a un intrépido compañero de fatigas que igual te monta un ascensor, que se compra una Nitro-avispa, que te hace la postura ninja-pescador, que te saca un palometón de 20kg. Definitivamente, estás en buenas manos."

En un momento dado, y con un Paco ultramotivado tras puntuar en el último social en Cortes, nos pusimos a buscar aquellos lucios que estuvieran en aguas someras. Nuestros señuelos fueron jerkbaits, spinners, crankbaits y algún alien que otro, pero que si quieres. Perdón, a excepción de Paco que siempre dice que le ha picado uno....

Llegamos a una zona de cortados donde probamos a pescar un poco más profundo, pero los lucios seguían sin dar la cara. Para entonces yo ya había probado algún pikie que otro, y el twister de doble cola de cabeza roja. Paco no recuerdo que llevaba, sí que recuerdo que me contabas historias inverosímiles sobre "afters", todo mentira, seguro.

Estabamos tan tranquilos pescando cuando vimos que el "niño Contreras" y su compañero aparecían por detrás a nuestro rebufo. Su sola presencia hizo acallar el trino de los pájaros y la tensión se mascaba en el ambiente. ¿habría sido capaz nuestro héroe de vencer a las adversidades? Efectivamente, Javi, orgulloso, nos mostraba la foto de una "lucia" estilizada de unos 6kg, y pescada a pez visto.


Tras esto nos dispusimos a comer, aunque era temprano. Allí cada uno llevaba lo que le habían "echado" o le había "tocado", y algunos tenían más suerte que otros. Menos mal que compartimos los panes (que no los peces) como buenos hermanos. Sólo diré que mi bolsa de anacardos desapareció por arte de magia para suplir alguna falta que otra.

Retomamos la pesca no sin antes sentir como me pitaban los oídos por la profanación que estabamos cometiendo. Yo diría que fue una sensación muy real. Volviento al tema, Paco batía orilla con su alien y algún que otro luciete salía a recibirlo, pero sin acabar la faena, yo seguía sin picada.

En un momento dado nos colocamos sobre una punta y Paco lanza sobre ella. Recogiendo el pikie de Storm de toda la vida con el saber hacer de un pescador de agua salada, tiene una picada clara que clava firme. La pelea no duró demasiado, Paco no le dió tregua y la caña lo acompaño. Yo le hubiera dicho eso de "disfruta el pez, Paco, disfruta el pez", pero Paco ya sólo piensa en la competición, está lo que se dice vulgarmente "engolao", jajaja.





A todo esto yo seguía con porra y seguiamos batiendo una orilla llena de coberturas con crankbait, jerkbait y spinner, pero nada. Ibamos a cruzar de orilla cuando Paco me convenció para entrar en una récula que tenía buena pinta.

Su instinto asesino y su técnica de ninja-pescador hicieron el resto. Pasa el alien por una cobertura y le pegan un viaje sin llegar a clavar. Cambia de caña lanza el pikie y patapam, un luciete que no llegaría a 2 kilos para fuera.



Tras esto seguimos batiendo esa orilla, pero sólo le salió uno al alien de Paco, yo ni verlos. Cambiamos de orilla para volver probando con pikie, mogambos, y nada de nada. En una de esas que lanzo el twister blanco de doble cola a la orilla, tengo un picada clara y fallo, cuando traigo el twister veo que un luciete lo seguía. Eso fue todo lo que daría la jornada de pesca para mí. Como diría uno que yo me sé: "Una ruina".

Fuimos volviendo con el sol cayendo tras las montañas y rezando para que los cursillos de opositores duraran lo que estaba establecido o más si fuera posible. Paco en modo gola hacía curricán o lanzaba la spinner a la orilla, pero que si quieres. Yo ya sólo tenía ojos para el astro rey.


En definitiva, un día peor de lo esperado ya que las espectativas eran demasiado alta, pero la compañía fue grata y la tertulia ni te cuento. Resultado final: Paco 2 Jorge 0. Un abrazo a todos tras este parón debido a las porras acumuladas y a ver si uno que yo me sé nos deleita con algún 3.000.