Sunday, November 22, 2009

Menuda trobada

No recuerdo cuanto tiempo hacía que iba a pescar en barca a un embalse de la Comunidad Valenciana y no iba con la mía. Esta vez tenía la suerte de ir a estrenar la barca de Cisco, una Duroboat de 14'. Además mi estreno coincidía con la "trobada" de los grandes clubes de pesca de blackbass de la Comunidad Valenciana: Alberic Bass Master y Valencia Bass.

Quedamos tempranito, a eso de las 6:00 en la gasolinera BP del by-pass y llegamos un poco antes de las 7 a Tous. Ya había 2 barcos botándose. Metimos todos los trastos en la barca de Cisco y la botamos sin ningún problema. Los rodillos hacían que la maniobra de botadura fuera "a piece of cake".

Ibamos subiendo mientras Cisco montaba las cañas. Antes de llegar a la zona de la arboleda, paramos en una pequeña récula a mano derecha con mucha cobertura. Era una excelente postura para probar la IMX 7'3" Heavy "locals only" de los Revert, que tan gentilmente me había prestado Nacho con un Shimano Castaic con una línea de 0.37mm. Siguiendo el sabio consejo del maestro del flipping, Nacho Revert, monté un big ika con un insert para llevarlo más rápidamente a la zona caliente. El color elegido fue un green pumpkin with black flakes recién llegado de los USA.

Empezamos a pescar y a "la segona llança, peix". Era bueno, estaría por encima del kilo. En eso que por allí pasaron Gustavo Loscos y José Bellver, comentando sobre la captura que tenía entre mis manos y la dificultad de sacar un pez de 52 centímetros, que era la talla mínima para la trobada.

Seguimos subiendo hasta la playa de los olivos, antesala de la zona del cañón. Ahí batiendo orilla con una spinner Revenge en color alburno, patapam, otro a la saca. Pasamos los cortados mientras la sonda, una humminbird piranha 160, no paraba de pitar marcándonos peces entre 10 y 15 metros, incluso más. Asumí que era luciacos colocados para quitarme la spinner. Así que la reservé para cuando pasamos esta zona de lucios.





Llegamos a la primera récula a la izquierda del cañón. ¡Ché tú!, ya estaba allí Emilio Argente en un plis plas, ¡qué rápido! Lo pasamos, mientras la sonda no paraba de pitar marcándonos peces entre 10 y 15 metros. En un principio pensaba que eran lucios, pero esto debían ser basses o carpas, pues aparecían en bancos sobre las puntas. Llegamos a la siguiente pequeña récula, y otra vez a su entrada, la sonda no paraba de marcar peces enter 10 y 15 metros. Así que me puse a pescar a drop-shot. Tras mucho insistir, tengo una picada, y subo un peso muerto. Pensaba que era una lucioperca, se dejaba subir como un peso muerto, sin embargo era un bass que parecía haber sido sacado de la hivernación y estaba inmóvil. Cuando llegó a la superficie, se soltó y volvió al fondo a seguir con su hivernación prematuramente interrumpida.

Cisco y yo seguimos batiendo orilla con crankbait y spinner, pescando más despacio con ika o jig las zonas de coberturas. En una de esas réculas, Cisco coloca su cangrejillo a texas al fondo de la récula, y recibe una brusca picada. Tras un tirón brusco que pone su línea de 10 libras al límite, un lucio sale de la cobertura y se dirige al medio de la récula mientras el freno del carrete sale sin control. Tras una lucha que dura uno o dos minutos, el lucio sale a la superficie y lo ensalabro de forma inverosímil como una pescadilla que se muerde la cola. Menudo luciaco, con 4.8 kilos es el récord personal de Cisco. Enhorabuena.

En esa subida saqué otro pez con ika, Cisco ya me miraba de reojo :-) Antes de llegar a la primera gran récula que hay a mano derecha a mitad de los cañones, cruzamos a esa parte derecha y seguimos batiendo orilla con crankbait y spinner. No tuvimos picada, pero era gracioso oir a la sonda pitar por la presencia de peces cuando pasabamos por encima de las puntas.





En eso que entramos en la récula, yo con ika y Cisco con su spinner. En uno de esos lances, Cisco lanza a la pared, pero a medio camino se agacha a cambiar de velocidad del eléctrico con tan mala suerte que sale un bass en ese momento, y al pararse un poco la spinner en ese descuido de Cisco, falla el ataque. Avanzamos 10 metros, otro que le sale a Cisco y vuelve a fallarle. Cisco ya estaba nerviosito. Lanzo el ika al fondo de la récula, y sin notar la picada, noto peso a la otra parte. Clavo al estilo de la caña de drop-shot, pero con una "caña para la garrofa" como diría Álex Fabra. El pez se pone a tirar como una bestia, pero la caña y la línea no daban tregua. Esta caña es una aunténtica máquina de sacar peces de cobertura, una gozada para los amantes del flipping. Era un pez bueno que medía 50 centímetros, estaría en 2 kilos, pero no llegaba a los 52 centímetros mínimos.

Vamos saliendo rápido de la récula, y hago una lance a una pared con unos arbustos debajo. Le voy dando línea mientras nos alejamos, en eso que noto un peso a la otra parte y ligero toque, clavo instintivamente y aquello ni se mueve. La barca seguía alejándose del pez y éste empieza a tirar con todas sus fuerzas hacia la cobertura de la que había salido. Cisco para la barca y aquel pez empieza a venir hacia la barca a una velocidad que casi no me daba tiempo a recoger línea. Cuando llega a la vertical, el pez tira hacia abajo como una bestia parda, pero la caña de flipping no le daba cuartel. En unos segundos el pez subía a la superficie y Cisco hábilmente lo ensalabraba. Aquel pez sí que podía medir 52 centímetros, de hecho lo medimos así por encima con un flexómetro y daba 54 centímetros.

Empezamos a bajar, pero ibamos parando en las réculas para buscar el 3000. En una de esas, ya Cisco convertido al "ikismo", le pica uno, lo falla. Le vuelve a tirar, le pica, lo clava, lo trae hasta la barca, pero cuando intento ensalabrarlo, le meto la cola y se suelta. Cisco estaba de los nervios, sólo llevaba un bass y un luciaco, y yo ya había sacado unos cuantos basses. Seguimos bajando rápido, porque el tiempo se nos había echado encima con las paradas en boxes. En eso que Cisco batiendo orilla con spinner, patapam, clava uno, y al momento otro. Aaaahhhh!, estabamos dejando atrás tantos basses sin sacar porque debiamos estar en la rampa a las 13:30, ¡qué lástima!

El tiempo se nos había echado definitivamente encima, ibamos con los dos motores a tope, y aún así no era suficiente. Nos hubiera hecho falta un blanquito (motor eléctrico de 101 libras) en plenas facultades para llegar a tiempo. Ibamos navegando por la zona de enfrente de la rampa cuando ví que la picachu de los Serafinillos y coche de Leyton se alejaban rampa arriba, habiamos llegado tarde.





Sólo me quedaba la esperanza de que alguien siguiera pesando en la rampa, al ser un concurso entre amigos con cierta licencia temporal, pero no era así. Allí estaban unos cuantos compañeros del Alberic Bass Master y del Valencia Bass, Morete, Kiko, Juanito y Alina que esperaban con expectación ver la presentación de la chiquilla. Morete trajo un metro oficial, mientras comentaban que no llegaría a 52 metros como sus anteriores compañeros de embalse, pero sí que llegaba. Por uno o dos milímetros la aleta caudal sobrepasaba los 52 milímetros y pesaba 2.460kg. Como diría Javi: "!Qué pe-pi-no!".

Una lástima que hubieramos llegado 15 minutos tarde a pesar de cambiar de baterías varias veces. En ese momento, recordé la frase de Javi sobre el mundo de recursos limitados en el que algunos vivimos. Dejando lloros y lamentaciones atrás, y afrontando la realidad que teniamos por delante nos fuimos a comer con los compañeros de Alberic Bass Master y Valencia Bass. Ya me podía imaginar los comentarios jocosos, pero nadie me podía arrebatar la visión de ese big bass tirando hacia la cobertura, mientras la caña de flipping de Nacho Revert no le daba un segundo de cuartel. Este pez se lo debo en gran parte a Nacho, por dejarme caña y carrete y sugerirme un montaje con ika que resultó ser decisivo.

En cuanto a la comida, el gazpacho manchego que hicieron "El Salero" del Alberic Bass Master y Paco Revert estaba delicioso. Esos rebollones, ese conejo de caza, ese picadillo, ¡che tú, qué bo!, me hizo entrar en modo visión túnel. Como siempre, la tertulia con los compañeros de pesca fue de lo mejor, y espero que Cisco disfrutara de la compañía tanto como yo. Un abrazo a todos ellos.

Thursday, November 19, 2009

NUEVO BARCO EN LA FLOTILLA UPV

Todo esto comienza con el aviso de Jorge de “se vende barca”, me calentó la cabeza y al final después de algún tiempo pensándolo me hice con mi propia barca. Después del primer viaje y de varias cuestas en primera con el coche conseguimos Jorge y yo, no sin un gran esfuerzo, guardarla en su sitio.



Después de un par 2 semanas era el día del estreno. Quedé con Raúl a las 6 en su casa y como yo me temía, se durmió (no era la primera vez). Entre unas cosas y otras conseguimos echar la barca a las 8 y pico. Ya estábamos dentro. Al ir a arrancar el motor, falló el protocolo y no arrancaba ni a la de tres. Al final, después de abrir el starter correctamente arrancó y nos fuimos en busca de Cisco y Crespo que estaban con su nueva barca por el Ral.
A esa altura de la película ya habíamos descubierto que las baterías no se habían cargado y Cisco nos dejó una de las 4 que llevaban. Si no llega a ser por ellos nos hubiera tocado pescar “al pairo” como dirían los marinos.
Pasadas las 11’30 empezamos a pescar sin ningún éxito la zona de la isla. Un poco más hacia abajo, vi merodear un pez bueno por la orilla y tras tirarle el ika noté que había algo al otro lado de la línea. Le di la mano con la fuerza y clavada, tiraba como un loco para abajo arqueando la IMX heavy, parecía bueno. Unas cuantas carreras después y consigo subir al barco el primer pez. Imaginaros la cara de satisfacción.

Después de comer con Cisco y Crespo y de la charla y anécdotas típicas de lo nuestro, pescamos un ratillo la recula de la casa apurando los últimos momentos haciendo power. Fue ahí cuando Raúl clavó su primer lucio de aproximadamente 100 g (un lapicero) pero que por desgracia al sacarlo del agua para subirlo se soltó. Era su primer lucio, pero como le prometí, contaría como pez válido ggg.
Los peces tampoco estaban con muchas ganas de fiesta, Cisco y Crespo sacaron alguno más pescando rápido por la mañana y por la tarde ya no sé lo que hicieron, lo dejo para que lo cuenten ellos.
Vuelta a la rampa de los patos, sacar la barca sin problemas (increíble pero cierto), recoger y pa casa. El primer día de pesca con mi propio barca concluía bien. Todo un éxito.

Tuesday, November 10, 2009

Open de lucio 2009

Afortunadamente este año también podía disfrutar del ambiente del Open de Lucio y todo lo que ello conlleva. Esta vez con la grata compañía de Javi "El picantón" (de ahora en adelante Javi), Cisco y Javi Ferrús (de ahora en adelante Ferrús), que también descubrimos que es picantón.


Vicent y yo salimos el viernes del poli, después de recoger todos los trastos de mi coche, que eran muchos. Recogimos el barco y salimos en busca de Miguel y Javi que nos esperaban en la vía de servicio del Rebollar, un clásico en nuestras salidas y mucho más decente que otro lugares donde se puede quedar. Tras pedirnos unos bocadillos para el viaje, empezamos nuestro viaje.

Miguel y yo conducimos todo el camino, en mi caso porque Vicent estaba convaleciente de su esguince de tobillo, y en el caso de Miguel, porque Javi todos sabemos que no está para salir, y hacemos la vista gorda :-)

Tomamos la autovía A-3 y luego cogimos la autovía Extremadura-Comunidad Valenciana hasta Ciudad Real. Esta carretera estaba construida, pero nos desviaban por las vías de servicio, sin embargo a la vuelta ya estaba inagurada y pudimos recorrerla toda de un tirón. Una auténtica gozada, en 3 horas y media Ciudad Real - Valencia. Además, en este viaje saliendo antes desde Valencia, pudimos disfrutar del paisaje extremeño. Tuvimos 2 horas de camino desde Ciudad Real hasta Puebla de Alcocer aproximadamente.

Esta vez llegamos con tiempo de sobra para limpiar los barcos, pero como no tenemos un mapa del pueblo de Orellana, pues cruzamos todo el pueblo por las callejuelas infernales con el barco detrás esquivando coches y motos mal aparcadas hasta que finalmente llegamos a la zona de limpieza. Como no escarmentamos, pues intenté volver por el mismo camino hasta que nos cruzamos con otro barco que tenía más idea que nosotros y nos sacó de aquel infierno. De ahí fuimos a Acedera para la charla de bienvenida y concentración de participantes del Open. Estuvimos charlando con los compañeros que poco a poco vamos conociendo en una y otra competición en la que coincidimos. Fue un placer reencontrarnos con nuestros vecinos del Caspe 2008, Andrés, Ricardo y sus respectivos compañeros. Así como los compañeros del Bass Alicante, Blas y Jorge Valverde.

Después de esta concentración nos fuimos a Puebla de Alcocer donde nos esperaban Cisco y Ferrús que salieron a mediodía de Valencia por cuestiones laborales. Dejamos los trastos en nuestra casa y nos fuimos a cenar a "La codorniz", como siempre, un placer para los sentidos. En mi caso, después de un viaje tan largo y con manjares por doquier, entré en modo visión tunel y conversación nula, y pasé a saciar mi hambre. Algo oía en la lejanía sobre el origen de las mujeres de moral distraída de la zona, pero no era mi prioridad en ese momento. Después de esta animada conversación, nos dirigimos a nuestra morada para sortear las camas que ocupariamos en las próximas noches. El resultado del sorteo hizo que Vicent entrara en modo autista hasta la mañana siguiente, cuando salió del mismo cazando mariposas con un salabre de muskies en la cola de botar el barco. Puede sonar surrealista, pero nada más cerca de la realidad.

Dejando mariconadas atrás, llegó la hora de la verdad, había que pescar lucios en Orellana. Los rumores decían que los lucios estaban muy duros y no tendría nada que ver con lo del pasado año. Así que empezamos pescando fino con pikies pequeños. El mayor problema que experimenté es que no podía mantener el señuelo en el fondo y no me resultó cómodo pescar de esa forma. En todo el día sólo tuvimos 3 picadas. Vicent fue el único de los dos que consiguió sacar un lucio de 3kg. Fue el único pez que presentamos. Mientras tanto, Cisco y Ferrús sacaron 3 lucios con un total de 6 kilos, pescando con pikies más grandes y con más plomo. Bravo por ellos. Miguel y Javi se comieron una porra, Javi seguía estando gafado desde el Caspe de 2008. Las larvas de mejillón cebra se quedaron en su equipo y ahuyentan a todo pez que intente picar.

Esa noche repetimos cena en "La codorniz" con unos huevos al plato a sugerencia de Vicent que nos quitaron "el sentio". De ahí nos fuimos a la cama, algunos antes que otros, pero no seré yo quien revele sus nombres.

Al día siguiente, ibamos con la idea de que los peces estarían más duros, pero nosotros habiamos cambiado el chip y habiamos sacado nuestros mejores pikies algo más grandes que los del día anterior. Entre las cosas que monté, había un pikie de Storm que compré el pasado año y no había gastado. El pikie estaba un poco oscurecido por el paso del tiempo, pero tenía más peso que los pikies que teniamos y lo podía manejar a más profundidad.

Nos pasamos un rato pescando en la punta del chalet con varias picadas, pero o no conseguimos clavarlos o nos partía el trenzado en la clavada. Esto hay que analizarlo en profundidad, mi teoría es que la clavada brusca con el freno excesivamente ajustado hace que el golpe parta el hilo trenzado. Otra razón podría ser que el nudo se estrangula excesivamente sobre el bajo de fluorocarbono, pero sigue siendo un misterio para nosotros.

En un momento dado estabamos pescando una récula que pescamos el día anterior con alguna picada, pero sin sacar ninguno. Yo llevaba mi pikie naranja de Storm que no recibía ni una sola picada. En esto que lanzo una vez más sobre una punta que había pescado antes. Notaba como el señuelo golpeaba las piedrecitas del fondo cuando en unos de esos golpes noto un peso a la otra parte, clavo instintivamente pensando que podría ser algo o simplemente una piedra. Tan pronto como clavo, percibo la sensación de movimiento a la otra parte: "Vicent, llevo uno, pero parece que es pequeño". El lucio se acercaba hacia el barco y daba la sensación de que lo traía con facilidad. Cuando el lucio se encontraba a unos 15-20 metros, noto el peso más directamente, y ya le digo a Vicent que no parece que fuera tan pequeño. En eso que el lucio que había a la otra parte, se ve cerca del barco y tira en perpendicular a la superficie del agua con una fuerza que me dobla la caña con una facilidad pasmosa. Vicent que ve que el carrete no daba hilo, empieza a ajustar el freno del carrete mientras yo peleaba con el pez. Pero el puñetero del hilo seguía sin salir, así que libero aún más el freno del carrete y consigo que el lucio empiece a llevarse hilo. El lucio tiraba con una fuerza increíble y yo estaba sufriendo por si no estuviera bien clavado, porque notaba cierta holgura. En uno de esos lances de la batalla consigo subir el lucio a la superficie por la parte donde estaba Vicent, pero yo no lo veo. Vicent, me dice que es grande y que esté tranquilo, mientras se mete una pastillita debajo de la lengua. El lucio vuelve a tirar hacia el fondo, en su última carrera antes de volver a la superficie y antes de que Vicent lo ensalabrara. Sí, el lucio estaba dentro del salabre y lo subimos al barco. Las vivencias de hacía un año se volvían a repetir, este año había sido yo el afortunado, con un lucio que era más grande que el del pasado año, pero la emoción la misma. La foto en la rampa de pesaje es cortesía de Depredators.

Tuvimos que esperar durante 15 tensos minutos hasta que se abriera el pesaje intermedio. En ese momento ya estabamos en la rampa junto con otro barco que acaba de pesar la pieza mayor con un lucio de 8,120kg. Los compañeros de este barco decían que mi lucio era más grande, pero a mí no me lo parecía. Subo a pesaje con el lucio en la bolsa con agua, lo meten en la cesta de pesaje y el dígito 7 de kilos permanecía fijo mientras los gramos se movían arriba y abajo. Al final se quedó en 7.99, y acto seguido cambió a 8.00kg. Sí, nos habiamos quedado a 120 gramos de la que sería la pieza mayor del Open. La foto fue cortesía de Francisco Carrión de la revista Sólo Pesca. Muchas gracias, Quico.

Seguimos pescando la misma zona y otras más cercanas del puente de Cogolludo. Tuvimos alguna que otra picada pescando con pikie sobre las puntas y pescando cerca de las nubes de minitalla, que realmente resultaron ser percasoles. De hecho hubo un lucio que subió hasta la superficie persiguiendo el pikie de Vicent. Después pasamos por otra récula donde tuve una picada, pero no conseguí sacarlo. Al final fuimos a otra zona que ya no recuerdo cual y Vicent pescando sentando como uno que yo me sé, clavó el que sería nuestro segundo y último lucio. Este último pesó 1.98 gramos.

Después de sacar el barco fuimos a darnos una ducha sabiendo que nos habiamos quedado a 120 gramos de la pieza mayor. En la cena de entrega de trofeos compartimos mesa con unos compañeros del Bass Madrid que sólo pescaban lucio, todo el año. Lo cual me sorprendió en sobremanera. El momento más duro fue ver como los ganadores de la pieza mayor se llevaban 1.000 euros para la pareja, y un jamón, una caña y una bolsa de señuelos para cada uno. Mientras que nosotros nos ibamos sólo con una bonita foto. Para que nos vamos a engañar, fue el momento más duro que he tenido que vivir desde que compito en este mundillo de la pesca deportiva. Pero nada se puede hacer al respecto.

Al día siguiente, madrugamos para salir pronto de camino a Valencia. En 2 horas estabamos en Ciudad Real y en 3 horas y media de autovía estabamos en Valencia. El Open de este año distó mucho de la locura del pasado año, pero no por eso dejó de ser menos emocionante. Espero poder volver al año que viene, y si no puede ser, espero que quien vaya lo disfrute tanto como yo. Como siempre fue una placer compartir estos días con los compañeros del Bass UPV.Por último felicitar a Bass Madrid por la excelente organización e infraestructura puesta a disposición de todos los competidores. Muchas gracias un año más.