Sunday, October 18, 2009

Concurso autonómico de la Comunidad Valenciana

Berni y yo habiamos estado pescando la semana anterior en Cortes, entrenando para el autonómico. Se nos había dado bien, habiamos sacado peces buenos, pero pensabamos que siendo un viernes festivo con pocos barcos en Cortes, nuestras sensaciones habían sido engañosas. El día del autonómico habrían más barcos, mucho ruido y presión y no podriamos pescar donde quisieramos.

Berni estaba ilusionado con que podriamos clasificarnos para el nacional y me recordaba a mi abuelo cuando me decía: "Posiblemente ésta sea mi última oportunidad para clasificarme para un nacional". Para mis adentros pensaba que iba a ser muy difícil competir con los mejores de cada club y teniamos poco que hacer, pero todos ibamos a estar pescando en el mismo embalse y siempre hay unos clasificados.

Eran las 5:30 de la mañana cuando golpeaba la ventanilla del coche de Berni que se encontraba durmiendo como un angelito mientras esperaba que llegase. Metió los trastos en mi coche y salimos para Cortes. Cuando llegamos, era un día de concurso, como un concurso del Valencia Bass pero con menos gente conocida y mejores barcos en promedio. No sentí ningún nerviosismo, tenía todo que ganar y nada que perder.

Botamos el barco y lo amarramos en el embarcadero, mientras desayunabamos algo cortesía de Berni y de la organización del autonómico. Saludamos a unos y charlabamos con otros, allí estaban nuestros compañeros del Valencia Bass: Charlie y Donderis, Álex y Fran, los ZZ, Juanki y Paco, Morete y Miguel, Javivi e Iván, Rafa y el "chiquitín", también estaba Adolfo por el Bass Alicante, Pablo que hacía de juez, Jorge y Francisco del Alberique que conocimos en Ricobayo, y alguno más que no recordaré.

Cuando llegó el momento fuimos para la línea de salida, pues estabamos en la primera salida, y nos colocamos en la retaguardia para no ser zarandeados por el resto de barcos. La cuestión es que mi barco no andaba, llevabamos una cantidad de trastos que casi no nos podiamos mover, y al final acabamos llegando los últimos al Ral, tras 15 minutos de travesía.

Empezamos pescando la punta de árboles que hay al entrar al Ral a la derecha. Empecé pescando a drop-shot con un shap shade worm en color baby bass, y Berni a texas con su cangrejillo de 5" de toda la vida. La cuestión es que al segundo lance, ya tenía la primera picada del día, y el primer pez de talla que subía al barco. Seguimos pescando los árboles, uno, otro, y al quinto lance, patapam, otro pez más que subía al barco - "ché, tú, como picaban hoy, la gente va a disfrutar" - pensé. Salimos hacia el exterior de la punta de árboles, veo un ataque en superficie, lanzo en ese punto, patapam, "un altre". No eran grandes peces, pero veía que hariamos cupo en un rato.

Nos vamos al árbol grande que hay en la otra punta, y antes del llegar, lanzo, picada, clavo y otro que subía la barca. Era increíble, posiblemente era el mejor comienzo de concurso que había tenido nunca. Pesco uno de los árboles que hay detrás de este grande, noto una picada, yo ya veía el cupo, lo clavo y lo subo. Tiraba, pero no tiraba mucho, pero tenía peso, lo veo brillar: "Berni, éste es bueno", cuando lo subo un poco más veo que era un dichosa lucioperca de 2kg. Ya no tuvimos más picadas en ese punto. Para mi madre que esperaba la lucioperca como quien espera llover, ya daba igual como quedase.

Así que nos fuimos a las récula que hay detrás de la récula del poste de teléfonos. Ahí había sacado Berni un pez de 2kg la semana pasada. Esta semana seguramente no picaría, pero había que probar. Yo probé esta vez con un ika, para ver si sacabamos peces más grandes. Berni seguía castigado pescando a texas, el objetivo era sacar algún pez bueno y mejorar la media del cupo. Lanzo a uno de los árboles con mi ika, y patapam, picada y saco uno de talla justo. Bueno, teniamos el cupo, ahora sólo era cuestión de mejorar los peces. Seguimos por esa orilla un poco más, cruzamos a la de enfrente sin picada. Así que nos fuimos a la parte de enfrente, a la récula que tiene dos árboles en la punta. Ahí volví a sacar otro con el ika, y empezamos a cambiar peces. Hicimos la récula sin éxito y decidimos volver a la punta de árboles que habiamos pescado a primera hora, pero ya no estaban allí.
Para entonces ya había levantado el castigo a Berni y estaba pescando a drop, como yo.

Nos fuimos al principio de la zona de la presa yendo desde el Ral, en su orilla izquierda. Pescamos despacito sin éxito hasta que lllegamos al último tramo antes de la zona de pesaje, donde en un árbol consigo clavar uno con el shap shade worm en color alburno. Había que pescar fino, el agua estaba critalina. Este pez era un pelín más grande, así que tiramos otro. Creo que poco después o poco antes había sacado Berni su primer pez. Yo no me fijé, pero Berni me dijo que yo había sacado ya 7 peces de talla cuando él subió el primero al barco. Anteriormente le partió uno la línea en la punta de árboles. No recuerdo donde más fuimos, pero no nos movimos del Ral, ya que la barca iba a paso tortuga con tanto peso y levantaba más ola que la golondrina.

Al final creo que cambiamos otro pez que sacamos, y nos dirigimos a pesaje con un sabor agridulce, pues habiamos cambiado peces, pero pensabamos que la gente habría sacado algún pepino que otro y los nuestros eran todo de kilo y pico como mucho. Para nuestra sorpresa Morete y Miguel habían pesado 4.400kg, y nosotros tuvimos la suerte del enano y pesar 4.550kg. Aún así Javivi e Iván llevaban a pesaje una bolsa de buenos nanos que les dió algo así como 5.8kg. Sorprendentemente la gente empezo a pesar, y no llevaban cupo, yo alucinaba, pero si picaban bien.

Al final, habiamos quedado segundos en la primera manga, no me lo acaba de creer. Teniamos muchas posibilidades de clasificarnos para el nacional si seguiamos sacando peces como por la mañana. Comimos todo juntos mientras comentabamos las jugadas más interesantes. Siempre estaban los típicos comentarios de aquellos que habían perdido buenos peces, pero no era nuestro caso. Al menos de momento.

Eran las 14h cuando empezaba la segunda manga, como suele ser habitual en estas ocasiones, Vicent daba ánimos al mismo tiempo que metía presión. Era fácil decirlo, pero había que hacerlo. Berni estaba nervioso, y más cuando veía posibilidades de quedar entre los 5 primeros, lo oía resoplar de vez en cuando en su posición de co-angler. Yo intentaba mantener la calma y seguir pescando igual que por la mañana.

Empezamos pescando la récula que hay entre la rećula de la casa y la del prebetón, a los pocos lances con drop, Berni me avisa de una picada, clava y aquello que había a la otra parte empieza a tirar como una bestia en perpendicular a la barca. Era un pez grande, pero Berni estaba recogiendo a una velocidad que yo considera excesiva para lo que tiraba el pez. Mis peores presentimientos se hicieron realidad cuando el pez salto fuera del agua, no acerté a ensalabrarlo al vuelo, el hilo se partió y la desolación nos embargó. En ese momento, me callé, no quería decir nada, Berni pensaba que había sido el salabre al tocar la línea. El resultado es que el pez de más de 1.5kg se había desvanecido y teniamos un cupo por delante que sacar. Estabamos nerviosos, lo tengo que reconocer. Ese pez nos habría puesto con un pie en el nacional, y más sabiendo que los peces estarían más difíciles por la tarde.

Intenté resetearme mientras seguía oyendo los resoplidos de Berni que me recordaban a una olla exprés a punto de explotar. Salimos de esa récula, hicimos la punta, pero por suerte antes de llegar a la siguiente punta siguiendo la orilla, ví un árbol alejado de la orilla sumergido y dejé caer mi shap shade a su lado suavemente. Noté un picada que me supo a gloria, clavé y el pez subió al barco. ¡Bien!, ya no haciamos porra. El silencio seguía, pero la calma era menos tensa. Cuando llegamos a los áboles que tienen unos carrizos detrás, Berni me avisa de que le habían picado, y saca otro, era el segundo. Pescamos toda esa zona sin ninguna picada más, yo también probé con ika por si sacaba algún pepino, pero nada de nada. Nos fuimos a la primera récula que hay nada más entrar en el Ral a mano derecha y allí, al final consigo sacar yo el tercero, bordeamos la punta que tanto le gusta a Javivi e Ivan y creo que ahí es donde Berni sacó el cuarto y último. Fuimos a otras réculas del Ral que habiamos pescado por la mañana, pero nada de nada. A última hora insistimos en la récula que habiamos pescado a primera hora de la tarde, pero no hubo forma, ya no sacamos más peces. Cruzamos los dedos y nos fuimos a pesaje.

No sabiamos como se le había dado al resto, pero me llamó la atención que cuando llegamos un par de barcos (grandes) se iban sin pesar. Pablo tenía pocas plicas en la mano y Emilio (el guarda), nos invitaba a pesar de forma inmediata. La gente no había pesado casi peces. No llegamos a los 3 kilos, 2.5kg, muy justito, ahora echaba en falta ese pez de al menos 1.5kg que nos hubiera llevado a más de 4kg. Vicent nos decía que estabamos clasificados para el nacional, yo no me lo creía hasta que no viera la clasificación final. Habiamos hecho sextos en la segunda manga, así que 6 puntos de esa manga, más 2 puntos de la primera manga, nos ponía con 8 puntos. Enseguida vimos que Álex y Fran tenían 5 puntos. Como no, la suerte del enano les había vuelto a acompañar, pero probabilisticamente hablando esto no era posible, así que concluí que por mucho que dijera Álex, ellos dos eran unos cracks. Pablo empezó a ir sumando los puntos, y todos los partipantes resultaban en cifras de 2 dígitos. Pablo siguió integrando por partes (primera y segunda manga) la funcion clasificación hasta llegar a los participantes con porra y allí seguiamos con 8 puntos, detrás de los 5 puntos de Fran y Álex.

Levanté la mirada de la hoja de clasificación para mirar a Berni, él me miró, sí, nos habiamos clasificado para el nacional como subcampeones autonómicos. Berni y yo nos fundimos en un abrazo. Yo creo que Berni no se puso a llorar de alegría por vergüenza, era increíble, habiamos quedado segundos en el autonómico compitiendo con los mejores y con un barco, bueno una barca, que aunque está mimetizada con el ecosistema de Cortes por la cantidad de horas que pasa metida en él, limitaba nuestra capacidad de movimiento y comodidad.

Eramos los nuevos subcampeones autonómicos. En ese momento, al igual que pasó cuando gané mi primer social con el Valencia Bass club, siempre me acuerdo de aquellos que me han enseñado todo lo que sé para llegar hasta ahí:

- Mi compañero Berni que me enseñó las bondades de Gary Loomis y eso de que se noté la picada antes de notar el peso del pez. Debo confesar que aún me sigue maravillando. Él ha sido mi maestro en la pesca a texas y gracias a él estamos donde estamos.

- Vicent que me sacó del ostracismo pesquero, hiciera que volviera a coger una caña de pescar, quitara las telarañas a mi barca arrinconada en un rincón del garaje tras varios años sin usarse y me hiciera volver a disfrutar de la pesca. Siempre estaré en deuda con él, por todo lo que me ha enseñado y tanto me hace disfrutar.

- Mascarell y Leyton por introducirme en la pesca finesse con la recomendación de mi actual equipo de drop-shot, una auténtica maravilla, que fue vital para este subcampeonato. Ellos ya saben que mis comentarios jocosos sobre la pesca finesse, son sólo una excusa para meterme con ellos. Gracias.

- Cisco y Miguel pues me enseñaron a pescar a drop-shot este verano, proporcionándome las claves de cómo montarlo, con qué señuelos, anzuelos y plomos montarlo, y dónde utilizarlo.

A todos ellos va dedicado este subcampeonato autonómico, ya que sin ellos no hubiera sido posible. Mi más sincero agradecimiento. Un abrazo.

Tuesday, October 13, 2009

Intentando pescar en una piscifactoría con peces resabiados

Miguel y yo decidimos ir a Benagéber a sacar algunos tochetes. No sabiamos que estaría tan difíciles, al igual que pasó en el autonómico de orilla.

Empezamos pescando la punta derecha de entrada al cañón. Se veían peces, pero estaban muy pescados y no picaban a nada. Nos adentramos unos metros en el cañón y no dejabamos de ver peces de 2 kilos y pico que se paseaban por encima de las puntas si querer saber nada de nuestros señuelos.

Fuimos saliendo del cañon para pescar la otra orilla, pero no teniamos ni picada. En esa parte ni los vimos. Pescando con crankbait, jerkbait, a drop, a split, y nada de nada. Volvimos a la otra orilla por donde salimos y no paramos de ver peces por la orilla, pero no picaban a nada. Nos estaban viendo antes de llegar, pues el agua estaba muy clara. Así que tuve que pescar fino a la caída, pues lo peces estaban suspendidos y paseándose por las orillas. Era increíble ver peces de 2kg en grupo paseando por la orilla, pero que no hacían caso a nada. Nos pegamos a la orilla y nos dispusimos a pescar de lejos. Al final con un senko pequeño y mi línea de 8lb de fluorocarbono conseguí desatar la picada de un bass de 1.9kg entre un enjambre de peces del mismo tamaño. Era el pez más grande que sacaba con mi caña de finesse recomendada por los maestros de la pesca finesse, es decir, Mascarell y Leyton. Este tochete va dedicado a ellos.

Seguimos por esa orilla sin picada y con una brisa que empezaba a ser molesta. Pasamos a la orilla de la isla, y cerca de la punta, en un árbol, Miguel sacó con una lombriz uno de 1.8kg, otra tabarda de Benagéber. En cualquier caso los peces estaban muy duros y salían con cuentagotas. Al final decidí pescar con jerkbait batiendo orilla. Fuimos bordeando la isla hasta llegar a la récula de enfrente de la orilla de desembarque. En un momento dado, en una parada noto una picada, y acto seguido vino una tensión brutal y un obús tirando de la otra parte de la otra línea que me llevó a rodear la barca con mi caña por la proa en centésimas de segundo. No tuve tiempo de más, el pez se metió en un árbol y no pude ver lo que era. No tuve tiempo de reacción, el señuelo estaba enganchado y el pez se había ido. Me imagino que sería una carpa, pero ¿y si hubiera sido el bass de mi vida?

Avanzamos unos metros y saqué uno de talla, pero más pequeño, y ya no tuvimos más picadas. Nos dirigimos a la orilla, sacamos la barca, recogimos los bártulos y para casa. Se nota que los peces en la zona de la presa están muy pescados y saben latín, te ven desde una larga distancia y hay que pescar muy fino para sacarlos. Eso sí, menudos tochos tiene en sus aguas Benagéber, era como pescar en una piscifactoría, pero con peces muy resabiados. Habría que probar a pescar la zona del cañón para ver si los peces están más accesibles, porque en la zona de la presa es para pros :-)

Primer día del puente: Entrenando para mi primer autonómico de embarcación

Estabamos a una semana del autonómico de embarcación que se celebra en Cortes el próximo sábado. Así que Berni y yo quedamos para entrenar, bueno, entrenar es la excusa, nosotros vamos a pasar un buen día pescando.

Nos fuimos a la zona del Ral, récula del prebetón, y empezamos pescando la punta de árboles que entra. Yo estaba montando las cañas tranquilamente, mientras Berni ya había sacado un par de peces, uno podría ser de talla. Yo, fiel a mi ika, empecé a pescar los árboles. Berni, el maestro de la pesca a texas, hacía lo propio con una lombriz. Cuando me descuidé, pasando su lombriz por debajo de un árbol separado de la orilla, patapam, Berni da la mano como antaño y de repente veo su GLX que de dobla como si fuera chicle y veo que su línea busca refugio en el árbol. Berni aguanta el pez hasta que se hace con él, y consigue subirlo al barco. Menudo tocho, estaba muy muy gordo, pesó casi 2kg y tras las foto de rigor lo devolvimos al agua. Os debo la foto de Berni, pero está en su móvil.

Seguimos pescando la isla de prebetón sin picada, cuando vimos a unos rumanos tendiendo una red en una de las réculas. Uno permanecía en la orilla, mientras el otro con una balsa arrastraba el otro extremo de la red. Un espectáculo lamentable. Salimos de aquella récula sin ningún pez de talla y nos cruzamos a la orilla de enfrente pescando el puntal que se mete dentro. Al poco rato en una récula pescando un arbusto en una punta consigo clavar uno bueno.

Después nos fuimos a la zona de la presa, pero el agua estaba extremadamente cristalina y no estaba pescando a gusto. Los peces no tendrían problema para vernos. De hecho, no tuvimos ni picada. Así que volvimos a pescar orilla izquierda de la entrada del río, pero no tuvimos picada o ninguno importante. Así que seguimos subiendo rio arriba, llamándonos la atención la transparencia de las aguas donde unas semanas antes estaba mucho más turbia. Subimos hasta donde aparece una pared con una gran récula con árboles en medio del río, pero no tuvimos picada. Todo estaba muy parado y los peces no se veían por las orillas. Tocaba volver a los clásicos, cangrejito a texas y pescar despacito.

Al poco rato de pescar de esta forma, tengo la primera picada, pam, clavo y empieza a tirar como una bestia parda. Los basses tenían una fuerza increíble, este me saco hilo en varias ocasiones hasta que conseguí vencerlo. Menudo tocho, no era tan bueno como el de Berni, pero estaba en su 1.9kg. Avanzamos un poquito más y otra picada. Lo clavo y acto seguido sube a la superficie saltando fuera del agua. En ese momento pasaba Pardo (compañero de JJ) y me vió cuando peleaba con el pez, pero tuve la mala suerte que el pez intentándose meter en el árbol, y yo forzándolo para que no lo hiciera, me cortó el hilo. Una lástima, cuando me pasa esto lo que peor me sabe es que el pobre pez se lleva el anzuelo clavado en la boca. Me rehice y seguí pescando de la misma forma. Saqué otro de talla, pero nada importante.

Arranque el motor de explosión y subimos un poco más para ver como estaba el agua por allá arriba. Al poco rato, patapam, otra picada y otro tochete que se debatía en la otra parte de la línea . Este era bueno, estaba en su 1.6kg y tenía unas tonalidades muy bonitas. En ese momento venía la dichosa golondrina, pero que poco a poco vamos ganándole el respeto aminorando la marcha cuando llega a nuestra altura, así que cuando estaba a nuestra altura les enseñe el pez que acababa de sacar. La golondrina paró, tocó el claxón y la gente empezo a aplaudir, a silbar y a tirar fotos, ¡ché!, esa sensación de tener público me gustó. No sé si algún día en España tendremos barcos de público siguiendo los concursos, pero sería todo un puntazo.

Poco tiempo quedaba ya, clavé otro de talla que se quedó enganchado en una rama y al final tuve que partir. Fuimos volviendo mientras el sol se escondía e hicimos una última parada en la zona de la presa, pero Berni falló uno que sería el último. Fue un buen día de pesca, se notó bastante que era el primer día del puente y los peces no estaba presionados. Esperemos que el día del autonómico se nos dé tan bien como el pasado viernes, aunque difícil lo veo.

Thursday, October 08, 2009

Campeonato Autonómico CV Black-Bass de Orilla

El pasado fin de semana en Benageber se celebró el campeonato autonómico de Black-Bass desde orilla de la Comunidad Valenciana y un equipo de la UPV, compuesto por seis miembros, nos desplazamos hasta allí para participar. Creo que para todos fue una experiencia grata, en la que aprendimos cómo es competir, e intentamos estar a la altura.


Nuestra primera participación y todos -menos uno- sacamos peces a pesar de lo duros que estaban –pasaban un poco de todo, pero era cuestión de localizarlos e insistir finesssseeemente-.

Javi y yo pescamos los dos días y ya nos dijeron que la regularidad era importante. Juan hizo una muy buena segunda manga y fue una pena que pinchara en la primera. Raúl, que estaba muy motivado, también pescó en la primera manga y “el noruego” en la segunda.

Hicimos parejas de dos para compartir coche. Juan y yo salimos en la primera manga hacia la playa a la derecha de la presa. Nos alejamos el uno del otro empezamos a pescar y no había picadas… pero no nos desesperábamos y seguíamos intentándolo, pero pasaban las horas y nada. A lo lejos veía a Juan desde mi puntal en su puntal y parecía que ninguno de los dos conseguía engañar a los esquivos basses. Pasaron más horas y seguí adelante siguiendo “la costa” como parecían hacían los peces, rebasé a Juan y seguí avanzando por la pedregosa e inestable línea de tierra que me separaba del agua, subiendo y bajando rocas, lanzando en reculas y buscando otras puntas. Antes de alejarme demasiado avisé a Juan de que si llegaba hasta la presa subiría a la carretera y volvería por ella hacia atrás hasta el coche. Entonces el aire hace su presencia y bate la superficie del agua, pienso que puede ser un buen momento y cambio el señuelo, pongo un crankbait, quizás ahora los peces no adivinen mi presencia, lanzo largo en paralelo a la línea de costa aprovechando el viento y buscando sumar su impulso al mío… y zasss después del segundo o tercer lance tengo un Bass. Lo acerco, me bajo corriendo piedra tras piedra hasta llegar a la orilla y recuperar el pez. Luego subo a por la mochila busco el stringer y aseguro el pez, lo mido y sobrepasa algo los 30cm (650gr). Tengo uno y uno de talla, en esos momentos todos los lances del día te compensan, incluso te apresuras en aprovechar el momento. Veo a Juan de lejos y no puedo evitar gritarle -tengo uno!!!- y sigo pescando.

Después de un tiempo ya no diviso a Juan, miró el reloj y pienso que estaría bien empezar a volver, el camino no es fácil y ahora tengo que llevar el pez. Decido volver por donde había venido porque así podía seguir pescando o al menos cambiar de tanto en tanto el agua para que el pez esté bien. Una vez pescados lo importante es llevarlos al pesaje. Intento avisar a Juan de que vuelvo por el mismo sitio, por un momento pienso que si me retraso un poco puede que vaya con el coche hasta la zona de la presa a buscarme. Intento acelerar el paso y llego hasta la zona de subida donde está la senda que sube hasta la carretera. Tomo aliento y la poca agua que me queda y empiezo a subir, sé que tendré que hacer alguna que otra pausa en el trayecto –y eso que llevo sólo un pez-. Juan no ha pescado nada así que apura abajo un poco desanimado, me hubiera gustado reencontrarme con él y ver que también llevaba su recompensa en capturas.


Al final del día y de la primera manga se sacaron un total de 36 Black-Bass, con una pieza mayor de 2100gr, y un total de 22.200gr (una media por pez de 615gr).
De los 29 pescadores, hubo 14 que no consiguieron ninguna captura. Javi, Raúl y yo estábamos entre los que consiguieron sacar algún pez, lo que nos permitía tener opciones de cara a la segunda manga.


Al día siguiente o mejor dicho antes de que la noche acabara y después de una tempestuosa noche en la cual no sé si llegamos a dormir al menos una hora, nos pusimos rumbo a la zona de salida esperando que esta segunda manga nos fuera más propicia.

Salimos esta vez hacia la recula a la izquierda de la presa, Juan conocía una senda escarpada, muy vertical pero más corta que la del día anterior. Nos distribuimos entre las rocas y empezamos a pescar, casi al primer lance Juan ya tiene su primera captura, no da la talla pero es buena señal. Pasa la mañana hay picadas pero la mayoría son peces pequeños, luego 28cm., más tarde 29cm., me estoy acercando, al final consigo sacar dos de talla. Juan sigue sacando peces y ya casi tiene el cupo justitos pero de talla.

Y desde el otro lado de la recula oímos que la hora de pesaje es a la una menos cuarto... ummm miro el reloj quiero seguir pescando, pero sé que hay que prepararse para salir no queda mucho tiempo y hay que subir la escarpada senda con todo el equipo. Como tengo dos “buenos peces” y viendo la verticalidad de la senda que además está llena de vegetación decido subir primero las cañas y la mochila y luego bajar a por los peces… y miro el reloj, no hay mucho tiempo. Subo y bajo tan aprisa como puedo sintiendo como pasan los minutos y el poco tiempo que queda, he vaciado la mochila para poder meter en ella los peces y poder subir mejor, la senda no es muy fácil. Juan sube con todo, supongo porque también ha mirado el reloj y siente que no podemos perder ni cinco minutos. Yo pongo los peces en la bolsa, la lleno de agua y la pongo en la mochila dejando abierta la parte superior y sujetando el apaño con mosquetones, tengo que llegar arriba con los peces y casi no hay tiempo para hacer pausas y tomar aliento. Subo tan rápido como puedo intentando no pararme y mirando el reloj cada dos pasos. Casi he llegado arriba pero en un “escalón” el peso que llevo a la espalda puede a mi impulso y siento como caigo hacia atrás, intento sujetarme a lo que puedo pero apenas hay ramas donde asirse, pienso en los peces, en no volcar y perder el agua, intento mantener cierta verticalidad hasta que noto que mis pies ya no se deslizan, no sé cómo pero estoy inmóvil, miro de reojo a uno y otro lado intentando ver que el contenido de mi mochila no se ha desparramado en aquella pendiente. Compruebo que todo está bien y sigo subiendo los pocos metros que faltan sabiendo que no hay tiempo que perder, veo a Juan me extiende su mano y nos apresuramos a dejar todo en el coche y salir corriendo hacia el pesaje, tenemos apenas diez minutos para llegar.

Juan acelera tanto como puede incluso en las curvas, el coche nos derrapa en el camino de vuelta, quedan tres minutos pero llegamos, justos pero llegamos… pero vemos que no hay nadie en el pesaje y el todo-terreno que viene detrás parece del juez. Bajamos del coche extrañados, es la hora, pero no hay nadie allí. El juez nos saca de dudas, hemos llegado una hora antes al pesaje! Pero por Dios, con lo que hemos corrido, pero si apenas nos queda aliento, uffff no se si siento alivio, pero pienso el estrés de subir a contra reloj y me repito -con lo que hemos corrido! Y falta una hora!- . Miro mi brazo derecho, la tendinitis de hace un año no se ha curado bien, y espero que ahora no se resienta de la caída. Seguimos pescando por la zona hasta la hora del pesaje.

En la segunda manga se sacaron un total de 42 Black-Bass, con una pieza mayor de 1950gr, y un total de 28.000gr (una media por pez de 670gr).

De los 29 pescadores, hubo 10 que no consiguieron ninguna captura. Esta vez Javi, Juan, “el noruego” y yo llevamos peces.

Nos vamos al albergue para comer, descansar un poco y "esperar" la clasificación sin ninguna impaciencia, pero estamos contentos, cansados pero contentos.

Creo que todos nos lo pasamos bien, aunque me preocupa mi mano derecha, vuelve a dolerme y está un poco inchada después del resbalón subiendo mis dos peces de la segunda manga... a ver en unos días si mejora o para la próxima necesitaré un “cady”, además el próximo año me voy a pirineos a entrenar en montaña por si saco un par de dos kilitos ;-).

En fin, nos sentimos contentos de haber participado junto al elenco de pescadores que allí se concentró y enhorabuena a los que ganaron y a todos mis compañeros de la UPV por la ilusión que han puesto y por los momentos pasados juntos -menos la noche, ehh- y gracias a Vicent y Jorge por su apoyo.


Os subo la única foto que tengo pues aunque lo pensamos al final entre las prisas, etc. no hicimos la foto de equipo -menos mal que Javi me hizo esta en el pesaje-





y aquí veis que me puse morada y no sólo de peces...
ahora tengo que ponerme morada de Ibuprofeno!

Sunday, October 04, 2009

Encuentro latino 2009 (versión extendida)

Eran las 20:30 en la pantalla de mi monitor y mi clase concluía con un "bueno, como no da tiempo, esto lo veremos en la próxima clase". Cogía mi mochila e iba a recoger mi coche para ir a Benisanó donde ya me esperaba Vicent. Cargué todos los trastos en su coche, sacamos su barca y metimos mi coche en su planta baja. Me subí al coche con un vamos allá.

Nos dirigimos a la vía de servicio de "El Rebollar" donde nuestros compañeros, los Miguelitos de la Roda, Yolanda y Javi Ferrús, estaban cenando para coger fuerzas para el largo viaje que nos esperaba. Eran las 22:30 horas cuando salimos en convoy de "El Rebollar" las tres barcas con sus respectivos coches a la cabeza. Pronto supimos que nuestros compañeros del Valencia Bass estaban a media hora aproximadamente por delante de nosotros. Así fue hasta que ellos pararon en una gasolinera a la entrada de Madrid y nosotros los pasamos durante unos kilómetros.

No tardamos en parar a la entrada de la M-30 para repostar y ver como los del Valencia Bass nos volvían a pasar. Saliamos de esta gasolinera cuando recibimos la llamada del "molt honorable". Pronto su cálida voz, que encandila a las matures, lleno la fría noche y nos reconfortó. Mientras charlabamos con el president animadamente, se oía de fondo la voz viperina del "Valencia Bass" que propugnaba la animadversión hacia el Bass UPV. Nuestros compañeros del Valencia Bass habían parado a los pies de la Sierra Guadarrama para pernoctar. Los seguimos unos minutos más tardes y tras el encuentro breve, pero intenso, Vicent y yo nos dispusimos a maldormir en el coche.

Tras intentar dormir durante una hora y no poder encontrar "la posición", empecé a moverme y desperté a Vicent, que como mi abuelo en sus buenos tiempos, se puso a contarme batallitas de salidas de pesca. Yo escuchaba con un ojo abierto, mientras intentaba dormirme, pero no fue así. No recordaba que una hora antes me había tomado una Coca-Cola con la idea de conducir hasta Ricobayo y estaba haciendo su efecto. Finalmente, tras pasear un rato volví al coche y conseguí dormirme, pero poco duro, pues había llegado la hora de partir para hacer nuestra última parte del viaje.

Ahora sí, los 8 barcos en convoy pasamos por Zamora y llegamos hasta el embalse de Ricobayo. Botamos los barcos y los llevamos al embarcadero de la orilla de enfrente donde nos esperaba una pareja de la guardia civil. Tras unos minutos de análisis de la colocación óptima de los barcos en el embarcadero, combinado con una lección magistral de nudos por parte del "molt honorable", nos fuimos todos juntos, Bass UPV y Valencia Bass, a brindarnos un almuerzo de hermandad para coger fuerzas.

Volvimos al embarcadero para sortear el orden de salida de los barcos y montar las cañas, aquellos que tuvieran que montarlas. Por suerte, saliamos en la primera tanda, aunque el próximo día saldriamos en la última. Tras una espera interminable había llegado el momento de la salida. Vicent, un auténtico maestro en esto de las salidas, se adelantaba los pocos metros suficientes para salir el primero. En unos segunos el barco de Serrano con un 225 pasaba por la izquierda como una exhalación, mientras otro barco iba a la par con nosotros hasta que disminuí el rozamiento con el viento recostándome un poco más en el asiento. De esta forma llegamos los primeros al club naútico. Cuando paramos palpeé todo mi cuerpo para verificar que estaba entero y no había perdido nada en el camino. Vicent había perdido la gorra.

Nos dispusimos a pescar fino a vinilo, pero los más grandes pasaban por delante de nosotros sin hacernos caso. Mientras tanto yo sólo conseguía clavar uno que no llegaba a la talla y todo eso en 45 minutos. Le dije a Vicent que debiamos irnos de allí y buscar otro sitio. Así que nos fuimos a buscar puntas para pescarlas fino con crankbait. Como ya le comenté a Vicent, era increíble tener que pescar fino para sacar raspas que en Cortes hubieran sido expulsadas del barco ipso facto. La cuestión es que nos pusimos a pescar una punta batida por el viento con crankbait y tuvimos la suerte que empezaron a salir raspas, pero que eran de talla. Al final en esa punta sacamos 3 peces de talla, pero muy justos. Seguimos un poco más adelante y nos dispusimos a pescar una estación de bombeo. Había tan poca cobertura que los peces aprovechaban cualquier cosa para colocarse debajo. Una simple cuerda por encima del agua, servía de cobertura para unos basses justos de tallas. Y los bidones ensamblados para constituir la estación de bombeo daban cobertura a un bass que estaría en sus treinta y pico centímetros. Vicent con crankbait conseguía sacar uno de talla de los que estaban bajo la cuerda, mientras yo pescando fino con mi "Shad Shape Worm" en color "Baby Bass" conseguía sacar otro. En este último pez la suerte del enano me acompañó, pues mientras desenredaba un nudo en la línea, el shap shade caía lentamente y fue cogido por este bass que tensó la línea y me dió tiempo a clavarlo.

Poco más recuerdo de lo que ocurrió a continuación, dimos más vueltas buscando puntas, pero creo que no sacamos ninguno más, o al menos no era de talla. Al final buscamos peces más grandes en la zona de la presa, pero nos topamos con voraces lucios que daban buena cuenta de los crankbaits de Vicent. Visto lo visto y con un cupete en nuestro vivero, decidimos ir a pesaje. Pesamos los primeros, pieza mayor, 490 gramos, total, 1925 gramos. En otro embalse este pesaje hubiera sido para llorar de risa, y en otros (¡eh, Javi!) para llorar de alegría. Cuando bajé del pesaje, estaban allí los incombustibles Alex Fabra y Serafinillo. Habían sacado dos, y Alex había sacado uno bueno, que se convertiría en la pieza mayor del Encuentro Latino. Como ya hice en su momento, dar mi más sincera enhorabuena a Alex por clavarlo y Serafinillo por ensalabrarlo. Los Migueles me narraron como espectadores de lujo del momento de la captura y fue realmente emocionante. En esa primera manga, nuestros compañeros del Bass UPV habían hecho porra, y entre los compañeros del Valencia Bass había habido de todo un poco, desde porra hasta 2 peces que habían sacado Alex y Serafinillo, que los colocó sextos en la general provisional. Javivi y Charlie tambieén sacaron dos buenos, uno de ellos por encima del kilo.

Tuvimos la suerte de alojarnos en el mismo pueblo de Ricobayo, así que nos fuimos a ducharnos y ponernos guapos para la cena. La cena estuvo bastante bien y tuvimos el placer de conocer a Josefina. No tardamos en irnos a la cama para dormir como angelitos, pues estabamos totalmente agotados después de la dura jornada de viaje en carretera y pesca vespertina.

Al día siguiente nos costó levantarnos, fuimos los últimos. Nos arreglamos y bajamos a tomar el desayuno. Poco después ya estabamos otra vez sentados en el barco esperando la salida. Algunos tenían más cara de sueño que otros, y esta vez saliamos en la última tanda. Para Vicent daba lo mismo, siguiendo el protocolo del día anterior salimos como flechas, para rectificar poco después y volver sobre nuestros pasos. Nos anclamos a una punta y empezamos a pescar fino con vinilo, pero el viento no nos dejaba pescar tranquilos. Vicent conseguió sacar un par de raspas, uno de ellos era de talla. Bien, ya no haciamos porra.

Después pasamos a batir las puntas que ayer pescamos con crankbait, pero claro, como el día anterior sacamos los peces, pues ya no estaban allí. Otros dirían que los peces ayer estaban en las puntas, pero hoy podían estar en cualquier otro sitio. La cuestión es que no picó ninguno, así que nos fuimos más allá del primer puente, casi hasta el segundo y nos pusimos a pescar una piedra que sobresalía del agua. Vimos un pez justo de talla, pero no entraba a nada. Así que seguimos batiendo la orilla y fue cuando empezaron a salir los peces. Uno tras otro fueron saliendo, tengo que reconocer que me convertí en sacadera man. A pesar de intentarlo, sólo conseguí perder hasta 3 luckys, pero lucky de lucky crafts que pican más. Mientras tanto Vicent subió hasta 3 peces al barco y por suerte no perdimos ninguno. Teniamos 4 peces en el vivero y nos quedaba uno para el cupo.

Volvimos hacer la misma orilla, pero el momento había pasado y no conseguimos sacar ninguno. Cruzamos de orilla y probamos una vez más, pero nada. Le dije a Vicent de ir al club naútico para sacar algún tocho despistado. Cuando llegamos allí, estaban los Migueles pescando debajo de los barcos, pues allí a la sombra estaban puestos los tochos, pero claro, no picaban a nada. Probamos de todo, spinner, crankbait, jerkbait, vinilo, pero no tuvimos picada y la hora se acercaba. Así que con 4 peces en el vivero y personalmente con ganas de haber sacado alguno que nos hubiera dado el cupo, nos dirigimos al embarcadero para realizar el pesaje. Ese día nuestra pieza mayor fue de 650 gramos, y pesamos 1880 gramos. Pesamos casí lo mismo que el anterior día, pero con 4 peces. No sabiamos como habiamos quedado en la general pero nos decían que entre los 10 primeros. Eso había que verlo.

Vicent sacó los barcos con su coche para posteriormente dirigirnos a Valladolid en convoy flanqueado por la guardia civil en primera instancia, y poco más tarde por la policía local de Zamora. Tras dejar los barcos en el angar de la feria de muestras de Valladolid, nos fuimos al hotel a darnos una ducha antes de la cena que nos esperaba en el recinto ferial.

Antes de la cena supimos que habiamos quedado séptimos en la general y Álex Fabra se había hecho con la pieza mayor. Creo recordar que Charlie y Javivi obtuvieron un muy meritorio décimo puesto. La cena fue simplemente deliciosa, al igual que la compañía sentados con nuestros compañeros del Alberic Bass. Algunos alargaron la velada hasta las 3 de la mañana, y otros más festeros hasta las 5 y media. Un pequeño grupo decidió retirarse tras la cena para hacer una visita turística al centro de Valladolid. Dicha visita turística comprendía la catedral, el ayuntamiento, etc. La visita que duró más de media hora fue llevada a su fin por un amable taxista que por el módico precio de 6 euros nos llevó de vuelta al hotel. ¡Que majo!

Al día siguiente, nos esperaba un buffet libre para el desayuno. Ya sabéis lo que me ocurre cuando tengo a mi disposición tanta comida y eso que me contuve porque estaba ante la presencia de una señorita. Empecé por un tazón de leche con un par de dulces para mojar. Después establecí una capa de separación desayuno/almuerzo con un vaso de zumo, que fue seguido por fiambres diversos y un almuerzo de bacon con revuelto de huevos. Por restricciones temporales, obvié el postre muy a mi pesar.

Tras esperar que desayunaran los chicos del segundo turno, nos fuimos a la feria para ver lo que se cocía por allí. Había algunos stands interesantes, aunque lo que más me gustó fue la demostración de pesca de trucha con cola de rata. Tras dar unas vueltas por la feria, nos despedimos del Encuentro Latino con un vino de honor que ponía fin a nuestra estancia en la capital vallisoletana.



Empezamos un camino de vuelta con una única, pero intensa parada. Cuando paramos nos percatamos que el remolque de Javi Ferrús estaba a punto de romperse en su unión con el enganche de la bola y tuvo que llamar a la grúa para que lo llevara al taller más cercano. Nuestros compañeros del Valencia Bass ya habían reemprendido el camino, cuando nosotros (todos menos Ferrús) los seguimos media hora después. A la hora de haber emprendido la marcha, Ferrús nos llamó con buenas noticias, le habían arreglado el remolque y ya estaba de camino. Finalmente, llegamos sanos y salvos a Benisanó.

Mi opinión personal es que ha sido un viaje para repetir al año siguiente. Tengo que reconocer que en el aspecto pesquil no estaba preparado para el tipo de pesca que nos esperaba en Ricobayo. Me hubiera gustado montar algo a split-shot, y haber reducido los diámetros de mís líneas, así como tener una mayor provisión de crankbaits. Pero para aprender, perder. En cuanto a la compañía, ¿qué puedo decir de mis compañeros del Bass UPV y Valencia Bass?, pues que fue fantástica y que sin ellos estos viajes no tendrían sentido. Esa imagen del convoy de barcos en la carretera es imborrable, al igual que el almuerzo de hermandad de todos los compañeros alrededor de la mesa, pues más de lo mismo. Vaya dedicada esta crónica a todos ellos y espero que el año que viene la pueda repetir.

Thursday, October 01, 2009

Open Encuentro Latino de Bass - Ricobayo



Aqui estamos, en el Open Latino de Bass... Ricobayo no se lució con los basses, pero como ya pronosticaba Miguel lo pasamos muy bien, y no perdimos la esperanza con lances hasta el último minuto... y bueno a "correr" que había que llegar a control.

Eh, estupendo 7º puesto para Vicent y Jorge!!!!!! -no esperabamos menos- y los Migueles tampoco acabaron mal :-)

(continuará...)